martes, 24 de julio de 2018

Crueldad de los tiempos pasados

Las tierras de Momeria han visto períodos de paz y períodos de guerra, al intentar conquistar un país a otro o ver un conflicto civil o revuelta interna. A lo largo de la historia ocurrió que, en ocasiones, un rey muy poderoso emprendía campañas de conquista en tierras extrañas. Con resultados diversos, desde hacerse con el control de territorios colindantes o conseguir, por un período de tiempo más o menos largo, dominar el mundo. Según aseguran los antiguos escritos, usando la magia de la que sólo ellos tenían el monopolio.

Pero en cierta época, concretamente tras la muerte de un poderoso y siniestro señor que consiguió conquistar el mundo entero, fue toda Momeria la que se vio sumida en el peor de los desastres por la codicia de los autoproclamados reyes herederos de aquel imperio. Un conflicto armado  tuvo a todos los países trabando complicadas alianzas y luchando entre sí por la configuración del nuevo orden mundial que resultaría del vacío de poder dejado por aquel oscuro dueño de todo. 

Las continuas guerras entre los diversos reinos se recrudecían a cada año que pasaba, pero no parecían encontrar fin. Los estragos de la guerra amenazaban a la población, que se vio diezmada durante más de dos siglos entre hambrunas, asesinatos y los excesos que los despiadados ejércitos regulares, paramilitares y guerrillas cometían contra ella, que se vio en medio de la lucha entre los diversos países aniquilándose entre sí... Los odios producidos entre países y la magia negra usada para hacer daño al enemigo no se detuvieron con el fin de las hostilidades formales, porque muchas naciones habían sido sojuzgadas por otras y muchas clases dominantes habían afianzado su poder de manera cruel contra la población de sus dominios.

La serie de guerras fue tan larga y cruda que diversos magos, si nos atenemos a lo que dicen las crónicas históricas, se alzaron con su magia ya no para conquistar el mundo como hacían los nobles, sino para castigar la sed de poder. Se enfrentaron a los nobles y crearon temidas órdenes secretas paralelas al poder, apoyadas por amplias capas sociales, que resultaron ser tan crueles con sus verdugos como estos habían sido contra la población.

Este conflicto a escala mundial se prolongó dos siglos y medio. Pero la naturaleza, las fuerzas y los dioses en los que creían los merimoenses pasaron factura a todos aquellos años de irresponsables actos de barbarie. Fue tal el sufrimiento de la naturaleza y de la población, fue tal el mal producido, fue tal el abuso de la magia negra y del poder, que las fuerzas se descompensaron, y el devenir dio frutos que ningún noble ni mago pudo esperarse... un resultado terrible, un monstruo horrendo que amenazó con destruir el mundo... pero es lo que ocurre cuando se abusa de la magia y de las fuerzas... que se vuelven contra todo y contra todos con la misma falta de piedad que quien ha sembrado vientos, pues el mal sólo engendra más mal.





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