Tal vez sea más un deseo demasiado ferviente por parte de alguno de sus habitantes que la realidad objetiva y verdadera, pero es un hecho que los hallazgos arqueológicos encontrados entre las ruinas de muchas ruinas antiguas no se cansan de hablar de magia, de repetir una y otra vez que hace siglos había en Momeria personas capaces de hacer magia.
La creencia común entre la mayoría de los momerios de hoy en día apunta a que lo más probable sea que se trate de una forma de hablar de sus antiguos antepasados; es probable que al hablar de magia se refirieran a brujería practicada por hechiceros tribales. O a simples rituales de alguna de las antiguas religiones de los diversos países que conformaban el mundo. O tal vez sus ganas de ver magia donde no la había les empujaba a reiterar, en hallazgos arqueológicos con milenios y kilómetros de distancia entre uno y otro, que era magia verdadera a lo que se referían. No en vano la Tablilla de Eseren narra una batalla que tuvo lugar en un imperio antiguo de cuyo nombre no quedó constancia, y en la que se dice, según las traducciones más comúnmente aceptadas, que se logró una victoria haciendo volar varias catapultas hasta apuntar directamente a la torre del homenaje. En otro pergamino de casi la misma época y que habla de la misma batalla, se asegura, además, que los nobles que defendían el castillo fulminaban dichas catapultas con rayos de colores como el amarillo que hacían aparecer directamente de sus brazos.
Todavía no sabemos a qué se referían exactamente ese y otros vestigios arqueológicos de un pasado no tan remoto en términos históricos que parece conchabarse consigo mismo para desorientar, confundir y generar incertidumbre y envidia a los ciudadanos del momento presente en todos los países de Momeria. Magia, magia y más magia por todas partes. Desde los textos más antiguos hasta la última Época Oscura de las civilizaciones de ese mundo, en los tratados científicos, políticos, mercantiles e incluso —y además con profusión— en edictos y pergaminos de los reyes y dirigentes políticos... Todos hablan de la magia de una forma tan seria y real que hoy en día no podemos culpar a según qué personas normalmente tachadas de ilusas por creer que, efectivamente, esas ilustraciones y escrituras en los relieves, papiros y ruinas dicen la verdad.
Pero si aquello fue verdad algún día, de lo que están seguros los momerios del presente, ilusos o no, es que ya no queda ni gota de esa magia en la actualidad. Qué bien les vendría, ironizan muchos de ellos, para resolver el sinfín de problemas que asalta ese pobre mundo hoy en día por la avaricia de unos pocos.